(pinchar imagenes para leer detalles)LLamado a ponerse con billetes en la cicletada de este martes 1º de Agosto 2006 -a las 20:00 hrs. en plaza italia como siempre-. Momento de mostrar la solidaridad entre ciclistas!
(anda a quedar en pana en un auto... ni se pescan!)
-info carrera a beneficio este domingo 30 de julio en el monte.
Un regalo para compartir...entre citronetas y bicis
BAJO EL CIELO NACIDO TRAS LA LLUVIA
JORGE TEILLIER, el poeta de la lluvia
Bajo el cielo nacido tras la lluvia escucho un leve deslizarse de remos en el agua, mientras pienso que la felicidad no es sino un leve deslizarse de remos en el agua. O quizás no sea sino la luz de un pequeño barco, esa luz que aparece y desaparece en el oscuro oleaje de los años lentos como una cena tras un entierro.
O la luz de una casa hallada tras la colina cuando ya creíamos que no quedaba sino andar y andar.
O el espacio del silencio entre mi voz y la voz de alguien revelándome el verdadero nombre de las cosas con sólo nombrarlas: "álamos", "tejados". La distancia entre el tintero del cencerro en el cuello de la oveja al amanecer y el ruido de una puerta cerrándose tras una fiesta. El espacio entre el grito del ave herida en el pantano, y las alas plegadas de una mariposa sobre la cumbre de la loma barrida por el viento.
Eso fue la felicidad: dibujar en la escarcha figuras sin sentido sabiendo que no durarían nada, cortar una rama de pino para escribir un instante nuestro nombre en la tierra húmeda, atrapar una plumilla de cardo para detener la huida de toda una estación.
Así era la felicidad: breve como como el sueño del aromo derribado, o el baile de la solterona loca frente al espejo roto.
Pero no importa que los días felices sean breves como el viaje de la estrella desprendida del cielo, pues siempre podremos reunir sus recuerdos, así como el niño castigado en el patio encuentra guijarros para formar brillantes ejércitos. Pues siempre podremos estar en un día que no es ayer ni mañana, mirando el cielo nacido tras la lluvia y escuchando a lo lejos un leve deslizarse de remos en el agua.
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Un regalo para compartir...entre citronetas y bicis
BAJO EL CIELO NACIDO TRAS LA LLUVIA
JORGE TEILLIER, el poeta de la lluvia
Bajo el cielo nacido tras la lluvia
escucho un leve deslizarse de remos en el agua,
mientras pienso que la felicidad
no es sino un leve deslizarse de remos en el agua.
O quizás no sea sino la luz de un pequeño barco,
esa luz que aparece y desaparece
en el oscuro oleaje de los años
lentos como una cena tras un entierro.
O la luz de una casa hallada tras la colina
cuando ya creíamos que no quedaba sino andar y andar.
O el espacio del silencio
entre mi voz y la voz de alguien
revelándome el verdadero nombre de las cosas
con sólo nombrarlas: "álamos", "tejados".
La distancia entre el tintero del cencerro
en el cuello de la oveja al amanecer
y el ruido de una puerta cerrándose tras una fiesta.
El espacio entre el grito del ave herida en el pantano,
y las alas plegadas de una mariposa
sobre la cumbre de la loma barrida por el viento.
Eso fue la felicidad:
dibujar en la escarcha figuras sin sentido
sabiendo que no durarían nada,
cortar una rama de pino
para escribir un instante nuestro nombre en la tierra
húmeda,
atrapar una plumilla de cardo
para detener la huida de toda una estación.
Así era la felicidad:
breve como como el sueño del aromo derribado,
o el baile de la solterona loca frente al espejo roto.
Pero no importa que los días felices sean breves
como el viaje de la estrella desprendida del cielo,
pues siempre podremos reunir sus recuerdos,
así como el niño castigado en el patio
encuentra guijarros para formar brillantes ejércitos.
Pues siempre podremos estar en un día que no es ayer
ni mañana,
mirando el cielo nacido tras la lluvia
y escuchando a lo lejos
un leve deslizarse de remos en el agua.
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